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8 estereotipos que no nos hacen bien (y de los que necesitamos dejar de reír)

Pensar que todas las mujeres del planeta respondemos a exactamente los mismos patrones suena exagerado, pero la verdad es que casi a diario hombres y mujeres validamos algunos imaginarios que ya damos por hecho.  


Estos comentarios que presentan a la mujer de una única manera comenzaron como bromas, pero las usamos tanto y tan seguido, que ahora también transmitimos estas “verdades” a las futuras generaciones a manera de chistes populares.


¿Qué pasaría si empezamos a ver estos estereotipos sobre las mujeres de una forma diferente?
¿Qué tal si la próxima vez que estos comentarios se te presenten, decides no reafirmarlos?


1- Conducimos mal:Tenía que ser una mujer…”


¿Cuántas veces has asumido que, esa persona que acaba de hacer un muy mal movimiento con su auto, es una mujer? ¿Por qué lo hacemos de forma tan automática? Todos pasamos el examen de conducción y así como hay hombres precavidos y otros más arriesgados en el tráfico, hay mujeres también. Dejemos de reiterar estas mentiras que ningún bien nos hacen.



Si una mujer es imprudente al volante, es su persona la que lleva esa culpa, no su feminidad. El que haya mujeres en el mundo que conduzcan mal su auto no nos hace a todas automáticamente un peligro al volante.



2- Estamos locas: Todas están locas”

En definitiva, los cambios de humor parecen ser nuestra especialidad. Entre los medios, las artes y la misma historia se han encargado de retratarnos como unos verdaderos casos psiquiátricos. Esto es peligroso porque quienes verdaderamente se creen estas mentiras, entablan relaciones con las mujeres de forma equivocada y partiendo de las bases incorrectas. Esto al punto que, en su momento, se le negaba el derecho al voto a las mujeres bajo la justificación que eran "muy volubles e inestables”.

La idea que los actos imposibles de entender se dan predominantemente en las mujeres no solo es injusto, sino incorrecto. Si escuchamos una historia dramática protagonizada por una mujer, hagamos el ejercicio justo de dejar de atribuir la locura al ser mujer. La historia ya nos negó demasiado. Los seres humanos somos muy complejos como para que nuestros líos mentales se reduzcan a una única circunstancia.


3- Nos gusta hacernos daño... entre mujeres: “Es que entre ustedes, son peligrosísimas…”


Hay tanto hombres como mujeres con la idea descabellada que no podemos trabajar en equipo entre nosotras, ni ser amigas fieles, que somos hipócritas o que buscamos “quitarle el marido” a la otra.

Ese estereotipo de la mujer que necesita derrotar a todas las demás a su alrededor está mandado a recoger. No vivimos en una telenovela. En la vida real hay gente solidaria, que confía, que busca apoyarse porque entiende que la fuerza está en unirse

Las mujeres contamos con una admirable capacidad de observación, además de contar con más “neuronas espejo” en el cerebro, lo que nos permite desarrollar más empatía con los demás, inferir cómo se siente alguien y así saber auxiliarlo.

Entre nosotras entendemos muy bien muchas de las circunstancias que, como mujeres, vivimos en el amor, la menstruación, la maternidad, la vida laboral, el duelo y la familia, por mencionar solo algunos. De ahí, que somos claves en los procesos de apoyo y soporte emocional entre nosotras. Porque sabemos vocalizar lo que sentimos, escuchar y empatizar. Apoyarnos es nuestra mayor fortaleza.

4- Las suegras malvadas y odiosas “La eterna broma sobre cómo deshacerse de la suegra...”

Si hay alguien en la foto familiar a quienes verdaderamente les fue mal fue a las pobres suegras. Les tocó el rol de brujas, metiches e insoportables, al punto que hay series y películas enteras dedicadas a mostrar cuán ruines pueden ser reforzando estereotipos que se hicieron para producir risa, partiendo del supuesto que estas mujeres son molestas.

¿Por qué seguimos haciendo chistes sobre las suegras? Francamente, estar incondicionalmente en la vida de un(a) hijo(a) merece una ovación infinita, respetémoslas por ser mujeres y madres (y cuidado, porque este estereotipo va en contra de ambas). Hay que darle la oportunidad a la suegra, detrás de esa mujer hay una aliada necesaria.

5- Si está de mal humor, tiene la reglaEstá en sus días

Quien siga reafirmando esta idea, necesita educarse en la verdadera maravilla que es la menstruación. Este estereotipo ridiculiza a la mujer y su regla. Esta actitud es delicada porque ridiculizar es básicamente asumir al otro como objeto de burla y hablar desde una posición superior.

Las personas que tienen un desacuerdo con una mujer y que se exoneran a si mism@s de sus culpas porque la mujer “estaba en sus días” necesitan madurar y comprender mejor:
* qué pasa en una mujer durante su menstruación y las capacidades que ésta nos da
* que las diferencias se discuten de forma sana, no desde la burla y mofa del otro

¡Ayudemos a desmitificar!

6- Tenemos poca fuerza y resistencia: “El sexo débil”

Necesitamos ayuda para todo porque no podemos hacer esfuerzos solas. Así, entramos en una burbujita donde no sabemos abrir frascos, mover cajas, ofrecer nuestro puesto en el transporte público, enfin. Por supuesto que no hay nada de malo en recibir ayuda de otro, qué grato que seamos solidarios, pero sí es dañino asumir que una persona no puede hacer las cosas por su cuenta, estrictamente basado en su género

Las mujeres contamos con cuerpos capaces, caderas extra fuertes y una determinación imparable si nos lo proponemos. Dejemos de menospreciarnos. Dar a luz es la prueba más definitiva de nuestra fuerza física, sepamos reconocernos como las maravillas que somos.

7- Todas queremos una pareja : “¿Tan linda y tan sola?”


Hay grandes diferencias entre estar solo y soltero, pero para muchos parece ser lo mismo. Y para colmo, la idea de la soledad es tan negativa que a muchos les cuesta imaginarse una mujer que quiera ser soltera.

Y desde ese estereotipo de mujer sola y triste, es que a muchas no les permiten aprovechar su independencia. Le presentan parejas potenciales para sacarla de esa soledad, la abordan en cuanto bar o espacio público esté porque la ven sola, la consuelan las amigas asegurándole que es muy bella y que la soltería pasará pronto… Como si estar contigo misma fuera fatal.

Comprendamos que no tener pareja no significa estar solo y no todas las mujeres quieren una pareja siempre y en todo momento.
8- Somos unas chismosas: “Peligrosas y mal intencionadas”

Este es de los más negativos. Porque el chisme parte de lo injusto, de hacer daño, de hablar del otro perjudicando su imagen en ocasiones. Las mujeres no somos el reflejo de ese actuar. En nuestras palabras suele haber mucho amor, compasión y preocupación por el otro.

¿En qué momento se asumió que en nuestra esencia está hacer daño a los otros? Sí, tenemos 11% más neuronas en las áreas del cerebro relacionadas con el lenguaje y con la audición así que tendemos a disfrutar o entender el mundo y lo que sentimos desde la palabra. En otras palabras, hablamos mucho, pero eso no nos inclina hacia la maldad per sé. Tengamos cuidado con validar esa idea de “la mujer chismosa” porque de ahí parte la desconfianza que los demás tendrán hacia nosotros y las mujeres en general.

¿Alguna vez has reafirmado a alguna de “estas 8 mujeres”? ¿Qué tal tus amigos y tu entorno?

Caímos en nuestra propia trampa, pero estamos a tiempo. El ejercicio de dejar de reír y pronunciarnos ante estos estereotipos puede acercarnos a una verdad más amable, más real, esa que merecemos todas porque somos bellas en nuestra autenticidad.

¡ Hoy es cuando!