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Pequeñas prácticas de hombres... ¡Enormes para mujeres!


Las mujeres no somos esos seres indescifrables que pintan los estereotipos, pero sí somos susceptibles de vivir experiencias de género en las que los hombres pueden ayudar.

Hoy quiero compartir con los hombres 4 pequeños gestos que harán una enorme diferencia en su relación con las mujeres en su vida. Iniciativas simples, fáciles de poner en práctica y que convertidas en hábitos, harán que las mujeres a su alrededor se sientan más cómodas y cercanas



1- Intervenir en circunstancias vulnerables


Las mujeres estamos expuestas a situaciones diarias de machismo. Entre las miradas invasivas, los comentarios inapropiados y el acoso, hay días que lucen como un mal chiste especialmente si no tenemos apoyo alrededor. Y aunque hemos aprendido a vivir con ello, esto nos hace sentir rabia, ansiedad o en el peor de los casos: miedo.

Al hombre que esté leyendo esto le diría por favor sé ejemplo, no apruebes estos comportamientos y haz lo apropiado para detenerlos. No necesitamos que entres en una pelea a puños. En ocasiones basta con hacerle ver al acosador que lo has notado y que estás atento para así ahuyentar malas intenciones o no reír de los estereotipos y chistes machistas para ayudar a corregir el comportamiento de un compañero. Los pequeños gestos de apoyo ayudan a la construcción de un mundo más justo en el que las mujeres nos sintamos seguras.

2- Escuchar hasta el final


No todos nos comunicamos de la misma manera, hay quienes necesitan decir su opinión de inmediato o completar las frases de los demás y todo esto resulta en interrupciones. No es personal, pero sí es un mal hábito, es una manera irrespetuosa de borrar la presencia del otro en una interacción.

Interrumpir a una mujer no es más grave que interrumpir a un hombre, pero sí es importante reconocer que las mujeres experimentamos esta situación con más frecuencia. De acuerdo a un estudio en George Washington University los hombres interrumpen a las mujeres un promedio de 33% más que a otros hombres en las conversaciones. Y en ambientes profesionales es todavía más complejo. En la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos por ejemplo, las transcripciones del 2015 muestran que las interrupciones dirigidas a juezas llegan hasta el 65.9% del total de las interrupciones.

Estas cifras son relevantes para que recordemos que escuchar y ser escuchados no es solo un asunto de buenos modales, sino de dignidad y principios. Se trata de no reiterar lo que la sociedad ya está haciendo de forma equivocada, de reconocer el lugar de los demás y ser el cambio que queremos ver en el mundo.




3- Evita los halagos físicos y concéntrate en (todo) lo demás


Los estándares que la sociedad impone para ser bell@s nos abruma a tod@s, pero las referencias constantes que las mujeres recibimos sobre nuestra apariencia lo refuerza en exceso. Y provienen de todas las fuentes: familia, amigos, colegas, desconocidos...

Un halago pretende generalmente ser amable, eso es un buen gesto. Pero la invitación hoy es que los halagos sean cada vez menos sobre la imagen. ¿Qué tal elogiar a una mujer por su último logro, por el trabajo que ha conseguido hacer hasta ahora o por los estudios que ha alcanzado? ¿Qué tal por su amistad incondicional, sus consejos, ideas, actitud frente a la vida o talentos? Estos son comentarios  que nos recuerdan a las mujeres que somos mucho más que lo que entra por los ojos

Este consejo es especialmente importante al hablar con niñas pequeñas porque están entendiendo cómo las percibe el mundo e interpretando en qué deben concentrarse para adaptarse mejor. Recuerdo la invitación en un artículo del Washington Post a cambiar “¡Qué vestido más lindo!” por “¿Ese es tu color favorito?”. Dejar de reiterar la imagen para destacar el ser y el intelecto, tiene un efecto enorme en nuestra autoestima y nuestras prioridades.



4- Informarse sobre la menstruación y la menopausia (y normalizarlas!)


Aprender sobre los ciclos hormonales de la mujer da una enorme claridad de los síntomas femeninos que necesitan ser naturalizados para encontrar mayor respeto y apoyo.

Querido amigo: prácticas como informarte de estos temas y discutirlos abiertamente, no solo con tu pareja sino con las mujeres de tu vida, nos recordará a todas que la menstruación y menopausia son normales y podemos vivirlas sin hacerlas un secreto o motivo de vergüenza.

Que los hombres conozcan nuestras experiencias físicas y emocionales hace posible que entre géneros nos comprendamos mejor y que los hombres sean mejores cómplices de la mujer.

En una ocasión, un compañero de oficina notó que yo no tenía la misma energía ese día y lucía incómoda. Sin ser ningún doctor, este compañero sabía que el calor aligera los calambres durante la regla así que tuvo el gesto de subir la calefacción del lugar y preguntarme si quería un té caliente. Ese es el momento en que un hombre pasa de ser buen tipo, a ser un héroe. Recuerda que pequeños detalles como estos hacen una gran diferencia para nosotras.

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Espero que estos consejos le sean útiles a tod@s por igual :) Querido amigo hombre: ahora que sabes algunas de esas necesidades femeninas: ¡Gracias por ayudarnos a todas a sentirnos más bienvenidas en el mundo!